Muestra Itinerante Crossfire

Crossfire, muestra fotográfica itinerante sobre muertes extrajudiciales, del reconocido fotógrafo, injustamente encarcelado, Shahidul Alam, del 12 de septiembre al 12 de noviembre como parte deEncuentro Nacional de Artes Visuales de Trujillo (Sala José Sabogal de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Trujillo) y el 30, 31, de agosto durante Desobediencia – agitación cultural por la memoria en dos actos” en El Galpón Espacio (Pueblo Libre, Lima).

 

Huellas de Ausencia

 

Hay una pared que se extiende a lo largo de una calle. El escrito en esta está fragmentado y no puede entenderse. La imagen fue tomada en el medio de la noche y un resplandor amarillo tuvo permiso de invadir el sitio, mientras la pared se deslizaba en un ángulo. Una presencia sombría apenas registrada en la toma. Este escenario urbano -uno está tentado a decir- podría ser nada más que la escena de un crimen. La belleza siniestra e inquietante de este trabajo de Shahidul Alam informa a otras imágenes que son parte de su nueva serie, una y otra vez. Unas son inquietantes, de otro mundo; y otras aún, parecen familiares pero angustiantes, como si el terreno común para la existencia se estuviera sustrayendo completamente de la imagen.

La fotografía generalmente es tomada al pie de la letra y reconocida como la construcción de un mundo fáctico, y se celebra como tal, por los hechos posee un valor no-insensato -o eso quisiéramos creer- que con suerte nos ayudará a aclarar la mente. Muchos de los que apoyan este punto de vista prevén y esperan que la imagen impresa sea evidente y que también se explique por sí misma. Transformar la fotografía en el arte de rastrear una ausencia, no es un método evidente por sí mismo, y sin embargo se puede plantear un caso para ello: la impresión, que es una imagen en su soporte físico, es un objeto más añadido al mundo y a menudo se hace para representar lo que una vez estuvo, para nunca otra vez ser fijado o capturado de la misma manera. Pero en las imágenes de esta serie, ¿qué es lo que nos falta que nos llena de ansiedad de algún tipo u otro? Cuando percibida de manera aguda, una ausencia nos detiene en nuestro discurso, nos trastorna y nos desconcierta; desestabiliza la mente. De hecho, la ausencia puede identificarse, puede persistir y sentirse, pero no puede cuantificarse y cualquier intento de dar una calificada descripción de los sentimientos involucrados, está destinado a fallar.

Esta serie desafía profundamente todo aquello que nos lleva a creer qué se debe esperar del trabajo fotográfico contemporáneo en el modo documental. La luz artificial está presente en toda la serie y su efecto no es solo extraño, sino también doloroso. La serie no ofrece una narrativa para contemplar las imágenes, pero estas persisten relacionadas, tal vez porque su autor encuentra diferentes maneras de recordarnos que no encontraremos en ellas un lugar donde descansar nuestras cabezas. Estas son vistas nocturnas en una noche sin descanso.

Jorge Villacorta
Curador

Espacios susurrantes

 

Un ladrón novato fue atrapado in fraganti. No parecía un grave problema. Mientras la policía se llevaba al muchacho, él imploraba que no le informen a su familia “ellos no saben que hago esto”. Él parecía más preocupado por su reputación que por lo que la policía le podría hacer. Fue cuando la gente en las calles empezó a sugerir que tal vez él debería ser crossfired (sometido a un fuego cruzado), que el terror invadió sus ojos. No fue el Batallón deAcción Rápida (RAB) quien lo arrestó, y fue llevado una estación de policía. Él tal vez asumió que algún superior llamaría a la estación de policía, o que pagaría algún soborno, y que pronto estaría libre de nuevo. Si la policía cooperaba, tal vez su familia no se enteraría. Pero crossfire era algo más. Él imploró y suplicó, pero el miedo lo dominó. Él sabía que tomaría poco tiempo para que suceda. Crossfire. La palabra se ha deslizado en nuestro vocabulario. Las idénticas notas de prensa con solo nombres y locaciones, cambiaron.

Las fotos del crimen del instante fotográfico. Familiares frenéticos tratando de prevenir lo inevitable. El cadáver en la morgue. El gobierno empezó a llamar shontrashis a los muertos, una palabra con diferentes connotaciones en Bangladesh, como “terroristas” bajo la definición estadounidense. He enfurecido cuando el periodista John Pilder, a quien admiraba, describió al iniciador del RAB, MoududAhmes como un “decente, hombre valiente”.

El legislador estuvo cultivando una negligencia por justicia. “Apesar de que técnicamente lo puedas llamar extrajudicial –no diré homicidio– pero muertes extrajudiciales. Estos no son homicidios… como sea que lo llames – la gente es feliz”.

El Ministro de Justicia estuvo aprovechando el presente de una policía corrupta y un juzgado corruptible, para justificar una fuerza vigilante que pudiese controlar.

Me pregunté de quién fue la idea. Vestimenta negra, lentes de sol, pañuelo negro. El uniforme de un verdugo. Recuerdo la constitución de mi tierra. “Ninguna persona deberá ser privada de su vida o libertad, en conformidad con la ley.” Artículo 32.

Eso fue lo que el Ministro de Justicia quiso abolir. Al menos dio a conocer su existencia. El “periodo crossfire” que Human Rights Watch describe como “Ley Marcial Disfrazada”, incluyó dos años de un instalado régimen militar provisional. Cuando retornó la democracia, la promesa de la elección del 2008 tuvo resonancia. “Terminar con los homicidios extrajudiciales, traer a los perpetradores a la justicia, y establecer reglas de ley y derechos humanos” fue parte de una promesa de campaña que llevó a una arrolladora victoria.

El nuevo ministro extranjero prometió “tolerancia cero” con la muerte en custodia. Los homicidios continuaron, pero esta vez fueron negados. El Ministro del Interior aclamó empáticamente que “no hay crossfire en el país. Nunca ha pasado”.

El adormecido poder judicial despertó y la bancada emitió una resolución a su favor, pidiéndole al Secretario del Ministerio del Interior y del RAB que explique una muerte en particular. Más temprano en el incidente, los familiares imploraron que sus otros familiares no sean crossfired. Eso ayudó. La corte expresó su preocupación de que continúen los “homicidios extrajudiciales”, aún después de la resolución. La bancada fue disuelta inmediatamente por el Jefe de Justicia, antes de la fecha de la audiencia (9 de Enero del 2010) de la respuesta gubernamental – aparentemente por razones administrativas.

Entonces, ¿cómo responde un fotógrafo? Exponiendo los hechos, presentando bien argumentos propios, asegurándose que la información llegue a audiencias más amplias, es lo mejor que cualquier periodista podría hacer. ¿Qué es lo que queda cuando los homicidios continúan? Se conocen los hechos detrás del crossfire. Apesar de la renuencia de muchos activistas de derechos humanos, y además miembros activos de la sociedad civil, para desafiar la injusticia, personas mismas, y ahora hasta el poder judicial, han protestado. Ahora que este aparentemente “independiente” poder judicial ha sido también amortiguado, ¿qué es lo que queda?

La intención de esta exhibición no fue tan solo para presentar evidencia documental. Había suficiente de ello y no funcionó. La muestra intenta llegar a un nivel emocional. De posarse bajo la piel. De caminar aquellas frías calles. De escuchar los llantos, mirar el terror en los ojos. De sentarse silenciosamente con la familia al lado del frío cadáver. Un fragmento de la historia ha sido usado para sugerir el todo. Una silente metáfora para la estruendosa verdad.

Trabajando con el curador peruano Jorge Villacorta y el equipo de investigación de Momena Jalil, Tanzim Wahab y Fariha Karim, hemos intentando crear una experiencia física que pretende evocar más que informar. El mapa de Google actúa como una interfaz con el público, donde las personas pueden agregar información basada en sus experiencias personales, y es un repositorio orgánico para el conocimiento local que raramente toma relevancia en el flujo convencional de información. Es un intento por continuar viviendo como seres humanos.

En las palabras del Juez de la Corte Suprema, “sería suicida para la nación y la sociedad, permitir que los organismos de seguridad decidan quiénes deben ser asesinados bajo cargos criminales.”

Shahidul Alam
Fotógrafo

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